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Mayte Gallego, nueva patrona de la Fundación CERMI Mujeres. “Si queremos avanzar necesitamos políticas de mujer y para eso debemos tener organizaciones de mujer”

Mayte Gallego, nueva patrona de la Fundación CERMI Mujeres. “Si queremos avanzar necesitamos políticas de mujer y para eso debemos tener organizaciones de mujer”

Tras muchos años participando de manera muy activa en esta sociedad civil por los derechos de las personas con discapacidad, sobre todo en la Comunidad de Madrid, como presidenta del CERMI autonómico hasta esta misma semana, finalmente aceptas ser patrona de la FCM, ¿qué crees que aportarás en esta nueva tarea?

Creo que aportaré, en primer lugar, lo que me pidan, y como me conocen, sabrán qué pedirme. Creo que puedo aportar mi experiencia de años en el movimiento, de empujar, de estar con otras mujeres, aunque ha costado entrar en el mundo de las mujeres, en los movimientos feministas. Hace 15-18 años, cuando íbamos a pedir algo nos enviaban a servicios sociales. Y ahora, vernos con ellas y participar, que cuenten con nuestra opinión y participación es increíble. Pero sobre todo mi misión es contribuir a la visibilidad, ayudar a que salgan a flote las mujeres y las niñas con discapacidad, que sean ciudadanas plenas, mujeres con plena ciudadanía.
Una de las tareas de la FCM es difundir su trabajo y de alguna manera sumar voluntades con un mismo fin, ¿dónde crees que debería trabajar más a fondo la FCM? 
En primer lugar tenemos que terminar de recorrer todos los CERMIS Autonómicos, pero también tenemos que darlo a conocer a todos los grupos políticos y sobre todo con un acto público. Aunque creamos que hemos trabajado mucho, que sí, queda muchísimo por hacer. Nuestras organizaciones en las comunidades autónomas deben conocer que tenemos esta herramienta y que podemos ayudarnos entre todas.
De alguna manera, ¿se crearía una red de mujeres en todo el territorio que fortalecería esa labor de la FCM?
Sí, además están las comisiones de mujer de los CERMIS Autonómicos, que se están creando en casi todos ellos, en CERMI Comunidad de Madrid, que fue de las primeras, lleva ya quince años trabajando. Lo bueno de estas comisiones, en primer lugar, es que estamos mujeres con todo tipo de discapacidad y que creas grupos homogéneos con los que se pueden impulsar acciones positivas. Además, la coordinadora de estas comisiones suele ser también la representante de la Comisión de Mujer en el CERMI Estatal, donde trasladamos luego lo que detectamos en nuestros territorios. Es importante crear redes, como ocurrió el año pasado cuando se celebró el primer Foro de Mujer y Discapacidad, en Sevilla. Allí estuvimos unas 250 mujeres con discapacidad y de nuevo este año se celebrará este evento, esta vez en Murcia, y pretender ser anual. Eso es crear redes y empoderamiento, algo que tanto necesitamos.
Parece que definitivamente las mujeres están tomando poder y fuerza en todos los sentidos y en todos los terrenos.
A las mujeres en general nos cuesta más porque tenemos esta sociedad patriarcal que poco a poco vamos cambiando, pero se nota también un avance en otros ámbitos, por ejemplo, con CERMI Comunidad de Madrid hemos estado en el Consejo de Mujeres de Madrid, hemos conseguido una vocalía en el Consejo de Mujer de la Comunidad de Madrid… estar con otras mujeres que defienden derechos de mujer, hace que nos visibilicemos muchísimo. Y todo esto se puede ver en las manifestaciones del 8 de marzo. El año pasado ya contó con mucha asistencia, pero este año ha sido grandioso y, sobre todo, se ha visto mucha mujer con discapacidad, y más unidas. Esto está cambiando y ya no hay marcha atrás.
Esa manifestación del 8 de marzo es un hito, pero lo increíble es que el motivo que la impulsó fue la violencia de género, una cuestión que preocupa especialmente a la mujer con discapacidad, ¿no es así?
Sí, además los datos están ahí. Aunque no tenemos muchas cifras de mujeres que denuncian sí las hay de mujeres que mueren. (Rectifica al instante) No, no mueren, las matan. Las cifras dicen que tenemos un 13% de mujeres con discapacidad asesinadas por sus parejas o ex parejas. Y lo que estamos detectando ahora son esas mujeres que adquieren una discapacidad a raíz de la violencia de género. Tenemos mujeres que han quedado con teatraplejia, mujeres ciegas, muchas mujeres sordas de los bofetones en los oídos, con enfermedad mental… cualquier mujer que ha sufrido violencia de género al menos pasará por un proceso de enfermedad mental, hasta que retoma su vida.
¿Qué otro ámbitos crees urgente abordar en temas de mujer?
Estamos trabajando mucho por acabar con la esterilización forzosa. Sabemos que cuando se incapacita a una mujer es para someterla a una esterilización forzosa, es horrible, va en contra de los derechos humanos de las mujeres. Sabemos que las incapacitaciones son mucho más numerosas en mujeres que en hombres, pero es una decisión que además deja a esa mujer sin capacidad para denunciar en una comisaría, ni manejar sus cuentas ni tan siquiera para votar. Tampoco nos damos cuenta de que una mujer esterilizada es incluso más vulnerable a la violencia, puede sufrir más agresiones sexuales.
¿Percibes en la sociedad un apoyo a causas como esta, una sensibilidad o conocimiento de estos problemas?
Las personas, la sociedad, no son tan sensibles a estos problemas porque a menudo no lo entienden, porque no entra en lo que se conoce como ‘normal’, pero va habiendo un cambio cultural, sobre todo en las familias más jóvenes.
¿Qué otras cuestiones de mujer con discapacidad necesitan una atención prioritaria?
En educación sobre todo, hay que luchar por la educación inclusiva. El informe hecho público por Naciones Unidas hace muy poco muestra que la realidad española es muy complicada en esta cuestión. Y se sabe que el alumnado que ha trabajado con niños con discapacidad ha recibido un gran aprendizaje y aseguran que les enriquece mucho. Pero creo que esto es una condición humana, que lo que no conoces te asusta. Muchos padres temen que su hijo baje el rendimiento escolar si tiene que compartir el aula con otro alumno o alumna con discapacidad, pero estos miedos se quitan trabajando, teniendo una educación inclusiva y viendo que realmente todos entramos y que los niños y niñas juegan en el parque juntos.
De estos problemas educativos derivan también, de alguna manera, algunos problemas laborales, ¿es el empleo otra asignatura pendiente?
Ante una carencia de formación, es evidente el problema en el empleo, a la hora de acceder al mismo o incluso en los sueldos. Es verdad que en el empleo hay que hacer algo, es otro frente, aunque frentes tenemos en todas las áreas, porque el género es transversal a todas las políticas.
¿Crees necesario que las mujeres se organicen en asociaciones de mujer o sería mejor que las organizaciones ya existentes den más voz a las mujeres?
Es necesario que las mujeres se organicen, ahora y siempre. Los cambios se ven aunque llevamos poco tiempo con estas organizaciones, pero tenemos todavía mucho patriarcado puro y duro. En casi todas las organizaciones actuales los que mandan son hombres. Es necesario, si queremos avanzar necesitamos políticas de mujer y para eso tenemos que tener organizaciones de mujer.
Dejando a un lado la cuestión ideológica o de partido, ¿qué opinas de un Gobierno como el actual, con una mayoría de ministras?
Me parece muy bien, creo que las mujeres tienen hoy en día la misma formación, pero tienen una sensibilidad y hay que darles oportunidades para que lo demuestren. No creo que la mujer sea mejor que el hombre pero sí que la visión cultural que tenemos desde la infancia es distinta. Vamos a dejarlas hacer, si tienen que hacer política van a hacer política para toda la ciudadanía. Estoy contenta con que se visibilice a las mujeres y que estén ahí. Y si hay que hacer acciones de discriminación positiva, pues se hacen. Las mujeres trabajan, y fuerte, porque tienen que demostrar muchas cosas, y trabajamos mucho, fuera de casa, dentro, por la noche… no desconectamos, nos echamos todo a la espalda.
¿Cómo valoras la participación de un patrono como José Luis Rodríguez Zapatero en la FCM?
Me parece una persona muy coherente y un buen conocedor de lo que es la igualdad, pero sobre todo muy conocedor de las mujeres y niñas con discapacidad. Creo que es una persona con muchas ganas de aportar al movimiento, muy comprometido con nuestra causa, y eso es de agradecer, porque somos una causa grande pero no mucha gente viene con nosotras. Creo que vamos por buen camino, sin descuidar nada, porque nos queda mucho por recorrer.